domingo, 17 de agosto de 2008

Pedro Calderón de la Barca 1



Don Pedro Calderón de la Barca

(1600-1681)

El verso en el teatro del siglo de oro surge de una necesidad poética natural en el ser humano. Una necesidad que obligó a encerrar todos los misterios del hombre en una fórmula que ha llegado hasta nosotros intacta. Revelar su formulación nos convierte en los verdaderos científicos de la humanidad.

El Alcalde de Zalamea

(fragmento)

DON ALVARO. En un día el sol alumbra

y falta; en un día se trueca

un reino todo; en un día

es edificio una peña;

en un día una batalla

pérdida y victoria ostenta;

en un día tiene el mar

tranquilidad y tormenta;

en un día nace un hombre,

y muere: luego pudiera

en un día ver mi amor

sombra y luz, como planeta;

pena y dicha, como imperio;

gente y brutos, como selva;

paz e inquietud, como mar;

triunfo y ruina, como guerra;

vida y muerte, como dueño

de sentidos y potencias.

Y habiendo tenido edad

en un día su violencia

de hacerme tan desdichado,

¿por qué, por qué no pudiera

tener edad en un día

de hacerme dichoso? ¿Es fuerza

que se engendren más despacio

las glorias, que las ofensas?

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